Stand by me, I´m not alone... not alone not alone not alone not alone


domingo, 13 de noviembre de 2011

Ojos de arena

Allí estaba con sus ojos amarillos, del color de la arena y de la miel, pero una miel dejada tostar al sol de cualquier día de primavera en la montaña, entre amapolas y susurros de ramas bailantes.
Cada vez que aparecía clavaba su intensidad en ella, que no podía despegar su vista de él.
Siempre era como si se hubiesen dicho algo alguna vez o como si tuviesen mucho que decirse, o simplemente el pensamiento, el recuerdo por intentar adivinar cuándo fue la última vez. Quizás siempre lo fuera, el tiempo y su coincidencia, su casualidad de la mano del azar terminaba, de alguna manera, por mucho tiempo que pasase, provocando reacciones instantáneas, poniendo en funcionamiento la maquinaria de la química que fluía y casi explotaba con sólo una mirada.
Después venían las sonrisas. Como si del efecto de un imán se tratase ellas se cruzaban esquivando a la gente, se acercaban a pocos centímetros o se saludaban clandestinamente en la distancia.
Y por fin hablar, sin dejar nada por decir y con la sensación de aún tener miles de cosas por descubrir el uno del otro.
Y al fin algo, quizás dado por perdido, quizás ni siquiera nunca antes intentado. De lo humano, de lo que no atiende a razones, sólo a la pasión. Y el calor, y el cariño, y el abrazo. Descubrirse a gusto.
Y entre farolas y árboles, con la oscuridad de la nueva noche y su piel canela lucieron de nuevo aquellos preciosos ojos amarillos y salió de su boca un silencioso quizás muy pronto envuelto de la veracidad de un me marcho para siempre. Ella cerró los oidos del corazón y prefirió observar y estar atenta a una nueva visita de la casualidad.

martes, 1 de noviembre de 2011

Vacío

-No, eso no es exactamente así
-Pero está llena ya…
-No lo creo
-Explícame qué ocurre y qué ocurrirá después
-Sólo eso, sólo nada
-Pues no lo entiendo. Dejé de entender hace mucho tiempo, desde que tengo uso de razón y a medida que crezco aprendo, pero entiendo menos… cada vez menos, te lo aseguro.
-Bueno, te endulzaste los labios pensando que ese sabor iba a durar eternamente, pero amiga, aquí nada es eternamente, eso es algo que debes recordar…
-Tengo tantas ganas, pero la tengo tan llena, tan hinchada, tan inabarcable, ¿tú me entiendes, soy distinta o semejante?
-Hago por ello, pero tranquila, nos separa menos de lo que nos une. Quizás pronto encuentres el agujerito por el que deshinchar la realidad…
-Me encantaría… me encantaría…
-Debes hacer ya la maleta, llenar este vacío de cosas…
-Me siento tan lejos, tan llena mi esperanza… de vacío…
-Pues hazla, no lo pienses, allí seguro que te espera algo mejor
-Sólo quiero tranquilidad, calidad… porque está tan llena que ya no sé dónde voy, ni con quién, ya no sé quiénes están y quiénes no, ya no sé con quién cuento. Estoy harta, estoy cansada.
-Pues no se hable más, toma las riendas y llévalas donde quieras llegar, sólo tú puedes hacerlo, aprieta bien fuerte el timón y no lo sueltes nunca
-¿No se me escapará, me perderé?
-No, eso no es exactamente así…